sábado, 7 de octubre de 2017

"T2: Trainspotting" de Danny Boyle.

Pese a quien le pese, "Trainspotting" (1996) logró un hito en el cine con la difícil hazaña de volver a poner en boca de todos el cine británico. "Todos envejecemos, dejamos de molar y morimos", dijo entonces Sick Boy a Renton. Y la cuestión de cara a la continuación es saber si han envejecido bien o mal.



"T2: Trainspotting" es una película que afortunadamente se aleja de la mediocridad a la que nos tiene acostumbrados Boyle en sus últimas cintas, dejando claro que se puede hacer una secuela entretenida, con personalidad propia y sin excesivas pretensiones ni aires de grandeza.


En su aproximación a la obra de Irvin Welsh no mimetiza su trama pero sí sus personajes y se esmera por retratar correctamente su ambientación sacando partido a la historia. Sus protagonistas no han perdido absolutamente nada de carisma. Ni una pizca, a pesar de que intentan hacernos creer que son distintos a como eran veinte años antes. El problema podría radicar a que nosotros no somos los mismos que hace veinte años y que el cine tampoco es el mismo, pero en términos cinematográficos su director transmite vida a su film y triunfa a la hora de dar personalidad a su apartado técnico. El reparto sustenta el interés de una cinta que se digiere perfectamente y deja buen sabor de boca a pesar de que no contiene una realización original sino que Boyle apuesta por dar continuidad al estilo de su película de 1996.


"T2: Trainspotting" (2017). Dirección: Danny Boyle.

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