El 31 de mayo de 2014, en Wisconsin (Estados Unidos), dos chiquillas de 12 años apuñalaron en repetidas ocasiones a una amiga a la que habían acompañado hasta el bosque. Repetidas ocasiones son nada más y nada menos que 19 veces. Esta compañera, de su misma edad, fue acuchillada supuestamente porque las niñas querían declarar su entrega al personaje de fantasía Slender Man, una celebridad del terror en Internet a la que debían honrar realizando un acto extremo. Mientras eran interrogadas, las crías manifestaron que descubrieron al personaje en Creepypasta, una página web donde se alojan relatos fantásticos, incluyendo muchos de terror. Por si esto no fuera suficiente a los pocos días, en otro suceso en Ohio, otra niña obsesionada con el villano de ficción apuñaló brutalmente a su madre. La mujer afirmó que su hija se encontraba tranquilamente esperándola en la cocina y traía puesta una máscara blanca, una capucha y tenía las manos cubiertas con las mangas de su ropa. Grotescos intentos de asesinato para impresionar a alguien que no existe. Tremendo.
Slender Man, es "una criatura mítica a menudo representada como una figura alta y delgada que usa un traje negro y tiene la cara en blanco" que "puede estirar o acortar sus brazos a su antojo y tiene apéndices en forma de tentáculos que sobresalen de su espalda". Pero sus representaciones pueden tener diversas formas. Una manera de descubrir sus diferentes variaciones es a través del merchandising, ya que en el sitios web como Etsy (de venta de artesanías) podemos encontrar muñecos de peluche, pulseras y llaveros. Y en las redes sociales abundan las fotografías con disfraces de Slender Man. Incluso en YouTube existen numerosos vídeos protagonizados por la criatura. Toda una celebridad. De la ficción, claro. Porque no podemos pretender que este personaje exista en la vida real. Sin embargo, los medios no se había hecho eco del fenómeno hasta que estos salvajes ataques salieron a la luz.
Slender Man puede que sea una de las últimas incorporaciones a las leyendas urbanas americanas, pero tal y como insinúan los expertos psiquiátricos, la lista de los seres ficticios que se aprovechan de los niños es larga.
Los límites de la ¿peligrosa? influencia de Internet en las mentes jóvenes impresionables quedan en entredicho en el desgarrador documental de Irene Taylor Brodsky. Un trabajo que a pesar de sus virtudes descoloca en más de una ocasión al espectador. Comienza al más puro estilo de película de terror, como si se tratara de una cinta de "Blair Witch", mezclando imágenes de televisión relacionadas con los hechos del 31 de mayo de 2014 sobre los cuales se centra la cinta. Cabe resaltar que las niñas están siendo juzgadas como adultos y hasta el momento, los numerosos intentos de transferir su caso a un tribunal de menores no han tenido éxito. A pesar de que los cineastas no tenían acceso directo a las niñas involucrados, podemos visualizar imágenes de los interrogatorios policiales cuando fueron aprehendidas por primera vez. Estas grabaciones se alternan con los notables esfuerzos en mostrarnos todo sobre Slender Man y con los testimonios de los padres, aunque quizás intenta abarcar demasiado lo cual invita al despiste frecuentemente ya que no conseguimos centrarnos en cuál es el objetivo real del documental. Evidentemente, en las entrevistas a los padres averiguamos muchos datos que nos hacen cuestionar si realmente Internet es el culpable de todo. Pero las entrevistas por Skype a expertos resultan ser un mero relleno que solamente logra distraernos de la trama de las niñas. ¿Realmente es necesaria la intervención de psiquiatras para "poner en su sitio" los hechos?
"Beware the Slenderman" (2016). Dirección: Irene Taylor Brodsky.