lunes, 26 de noviembre de 2018

"Sin amor" de Andréi Zviáguintsev.

Presentada en el Festival de Cannes de 2017, donde se hizo con el Premio del Jurado, "Sin amor" supone una pesimista y escalofriante visión de la Rusia contemporánea, donde se cuestionan los valores de la sociedad moderna a través de la historia de una pareja en trámites de divorcio cuyo hijo de doce años desaparece tras presenciar una cruel riña de sus progenitores, los cuales parecen no tener mucho interés en quedarse con él. 


Los padres, de buena situación económica, no se soportan y han rehecho sus vidas con otras parejas. Para ellos el crío es una gran molestia hasta el punto de que no parecen percatarse de su desaparición. Pero la película no se centra en la búsqueda del niño ya que fundamentalmente desengrana el paisaje ético de la nación, frío en todos los ámbitos, hasta el punto de que tienen que recurrir a una asociación de voluntarios (que realmente existe) por la incapacidad y poco interés de la policía. A pesar de que la intriga no decae, no es tan importante su resolución como el camino hasta ella. 


La crítica a esta Rusia desolada nos llega también por medio de informativos tanto radiofónicos como televisivos inundados por la propaganda del régimen. Tras "Leviatán" (2014), "Sin amor" irrumpe como una obra fundamental dentro de la filmografía de Andréi Zviáguintsev y una de las piezas más sólidas del reciente cine europeo. 


"Sin amor" (2017). Dirección: Andréi Zviáguintsev.

martes, 2 de octubre de 2018

"El infinito" de Aaron Moorhead y Justin Benson.

Esta propuesta independiente de ciencia ficción protagonizada y dirigida por Justin Benson y Aaron Moorhead acompaña a dos hermanos que se hallan en un momento de inseguridad en sus vidas y deciden regresar a la misteriosa secta donde se habían criado y escaparon diez años antes. Secta, comuna, grupo... sea lo que sea algo raro se cuece allí que tiene que ver con unas extrañas cintas de vídeo que van apareciendo de vez en cuando y con un ser sobrehumano desconocido que parece controlarlo todo.


El principal problema de "El infinito" radica en su falta de identidad. ¿Se trata de un viaje intimista de exploración fraternal o de un drama sobrenatural? La película es una torpe combinación de ambos que no consigue un tono convincente y que se entontence cuando sus responsables intentan dar respuestas a lo que sucede que cada vez resulta ser más loco. Aquí es donde da la sensación de que todo se les ha ido un poco de las manos y que la falta de ideas se resuelve (de nuevo en el cine fantástico) con una intriga lovecraftiana. Una pena puesto que, en ocasiones (sobre todo al comienzo), consigue una atmósfera muy efectiva que promete mucho más de lo que finalmente es, destrozando todas las buenas expectativas a medida que avanza la trama.


"El infinito" (2017). Dirección: Aaron Moorhead y Justin Benson.

sábado, 29 de septiembre de 2018

"Ghostland" de Pascal Laugier.

Una madre junto con sus dos hijas adolescentes heredan una casa. El lugar es amenazador y lleno de elementos siniestros (la cita a Rob Zombie por parte de una de las protagonistas no es casual). De camino a este inhóspito lugar aparece un camión rosa (¿hemos dicho Rob Zombie?) que presagia lo que sucede a continuación: pronto se desata el infierno cuando unos agresores deformes y sádicos entran en la vivienda.


Sí. De nuevo una película de Pascal Laugier comienza con un asalto a un hogar. Pero tanto la casa como la familia distan mucho de lo que pudimos ver en "Martyrs" (2008). La familia no es precisamente modelo (las hermanas no se pueden ni ver) y el paraje es cuanto menos terrorífico. Nada pilla por sorpresa. A partir de aquí el largometraje se construye a base de una sucesión de giros a cual más absurdo y anodino. Porque, a pesar de sus buenas intenciones, a Laugier se le olvida completamente diseñar unos buenos personajes que sustenten todo lo que sucede. Y es que al espectador le da absolutamente igual lo que pase ya que es incapaz de empatizar con las protagonistas.


Tampoco importa mucho encajar los sucesivos bucles y vueltas de los que el director francés abusa. Incluso la violencia es disparatada: ¿realmente esas niñas son capaces de encajar todos esos golpes a cual más contundente? El sadismo tiene efecto cuando hay unas mínimas dosis de realismo que aquí no figuran por ningún sitio. Ni siquiera funciona como película sensorial. Los momentos oníricos hacen plantearnos si estamos ante el mismo hombre que orquestó una de las cintas imprescindibles de horror de todos los tiempos. Todo es un déjà vu constante. Cabe destacar una fotografía que aprovecha las localizaciones de interior con unos claoscuros perfectos que ayudan a que el metraje funcione y dote de algo de estilo a algo que podría haber sido mucho más con otro tipo de narrativa más trabajada. Y es una pena que se desaproveche a una entregadísima Mylène Farmer.


"Ghostland" (2018). Dirección: Pascal Laugier.

sábado, 19 de mayo de 2018

"Basada en hechos reales" de Roman Polanski.

A pesar de que contiene algunos de los cliclés más desgastados del cine de suspense, "Basada en hechos reales" es una bella cinta de intriga; adaptación de la novela de autoficción de Delphine de Vigan con Olivier Assayas ayudando a Roman Polanski en el guión. Quizás ahí hayamos su mayor pega y es que supone un deja-vú constante y tremendo que no logra remontar hasta su parte final, con su punto fuerte en los cuidados diálogos.


Un descafeinado aunque sugerente thriller, torpe en su planteamiento, estructurado descompensadamente aunque interpretado por una genial Emmanuelle Seigner en el rol de escritora que sufre el síndrome de la página en blanco y por una Eva Green en estado de gracia, que sin duda nos entrega un personaje misterioso más que interesante. Su Elle, una fan fatal tan elegante como amenazadora, es todo un ejemplo de lo que es una interpretación perfecta.


Por supuesto, el sofisticado y estilizado trabajo de realización de Polanski ayuda en como el relato se desarrolla a pesar de su torpe montaje, pero sin duda esta es una historia de personajes femeninos. Cabría esperar más del emparejamiento de Assayas con el director polaco, quienes no cumplen su promesa.


"Basada en hechos reales" (2017). Dirección: Roman Polanski. 

viernes, 23 de marzo de 2018

"Aniversario" de Miquel Bixquert.

El paso del tiempo y la vejez son temas recurrentes en la historia del cine. En algunas ocasiones están presentes en cintas totalmente demoledoras (“Amor” de Michael Haneke, 2012) y en otras la pérdida da pie a una aventura en busca de algo distinto, quizás uno mismo (“Up” de Bob Peterson y Pete Docter, 2009). “Aniversario” parte de una premisa donde el dolor es evidente, como es el recuerdo de una fecha desoladora, para tratar de convertirlo en un día jubiloso, digno de celebrar. De una circunstancia angustiosa a una de exploración y cambio. Cambiar los recuerdos o, por lo menos, intentarlo. No permitir que el pasado nos siga torturando en modo de aniversario.


El guión de Anna Juesas desborda ritmo y alma; una obra con varias capas, que exige varios visionados si el espectador se propone respirar la totalidad de los detalles. Nos cuenta una historia poética y envolvente, donde al final todo cuaja, con el aroma de los mejores relatos y un lenguaje al servicio de todos los públicos.

Y lo mismo ocurre con la dirección. Es de admirar el virtuosismo técnico en la realización de Miquel Bixquert en este relato humanista. Su fuerza visual, su perfeccionismo. Además de dejar el peso de la narración en unos preciosos primeros planos de los protagonistas nos entrega unas bellas imágenes aéreas de la provincia de Castellón.

En definitiva, el valor de “Aniversario” radica en algo muchas veces ajeno a tantos cortometrajes contemporáneos: es divertido y a la vez invita a reflexionar sin necesidad de abrir grandes heridas.


"Aniversario" (2017). dirección: Miquel Bixquert.


jueves, 1 de febrero de 2018

"120 pulsaciones por minuto" de Robin Campillo.

"120 pulsaciones por minuto" tiene todos los números para convertirse en un documento-testimonio tanto de un tiempo como de una generación. Evidencia del dolor por el sida y la impotencia ante la pasividad de las instituciones. Campillo quiere dar una dimensión social y testimonial de la enfermedad en sus peores momentos, recuperando sus recuerdos en este brillante ejercicio retrospectivo, sin abandonar la dimensión íntima de su película (que es donde mejor se desenvuelve), ahondando en el drama de la dolencia desde una perspectiva algo diferente. Para ello nos traslada a Francia, a principios de los años noventa. La vida cotidiana para la comunidad gay estaba condicionada por el miedo. Miedo al rechazo, al desprecio, y al sida. Para responder a esta situación, nace en París el Act-Up (donde llegó a militar Campillo), un grupo de activistas que, utilizando métodos de guerrilla, dedica sus esfuerzos a luchar por dar visibilidad y lograr una mayor implicación del gobierno y de las farmacéuticas su lucha. Poco a poco van surgiendo desacuerdos entre algunos de sus miembros, ya que hay quienes no están de acuerdo en forzar los límites y radicalizarse.


Narrativamente el filme se construye a base de saltos, encadenando momentos. Es una película plena de música (genial la banda sonora de Arnaud Rebotini que vuelve a colaborar con Campillo), luz, energía y velocidad. Solo se le podría achacar algunos problemas de ritmo, sobre todo en el comienzo del metraje en las escenas de los debates del grupo activista (con cierto aspecto documental), que tal vez se alargan un poco a pesar de que el montaje, del propio Campillo quien también es guionista junto a Philippe Mangeot, es vibrante y dinámico.



El solvente actor argentino Nahuel Pérez Biscayart, totalmente a flor de piel, encabeza un reparto en el que no pasa desapercibido el buen trabajo de Adèle Haenel, Arnaud Valois y Félix Maritaud. Cada uno de ellos tiene una personalidad que evoluciona a medida que transcurren los acontecimientos. El filme desprende una fuerza muy intensa y particular que proviene, sin lugar a dudas, de la vitalidad del propio Nahuel Pérez Biscayart así como del resto del formidable reparto.

Una película fluida tan dura de ver como necesaria y hermosa en muchos de sus pasajes en las que las potentes imágenes de Campillo (estupendas las panorámicas), rodadas con un espíritu libre que en ocasiones recuerda a Godard, nos trasladan de la rebelión y el activismo a los infiernos de la cruda realidad de los protagonistas, por momentos reflejada en unos portentosos primeros planos. Imprescindible absolutamente.


"120 pulsaciones por minuto" (2017). Dirección: Robin Campillo.

domingo, 28 de enero de 2018

"Call me by your name" de Luca Guadagnino.

Que Luca Guadagnino es un director al que le gusta experimentar y no se casa con ningún convencionalismo estético a pesar de su estilo depurado, es algo que poco a poco vamos comprobando. Aunque hasta ahora teníamos la sensación que en todas sus obras faltaba algo, en esta ocasión nos hallamos ante una colosal película, a la que no le falta nada y todo está en su sitio, que combina una cuidada reconstrucción de la época de los años ochenta del siglo pasado con una hermosa fotografía y actuaciones exquisitas. Es un canto a la libertad, a los sentimientos genuinos, a la capacidad humana de desafiar obstáculos pero también una mirada a los mecanismos de la represión y la sublimación y la resignación como armas de supervivencia. 


"Call me by your name" adapta la novela homónima de André Aciman de 2007 (el guión viene firmado por Guadagnino junto con James Ivory, quien inicialmente iba a dirigirla) y describe de manera convincente la historia de Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de diecisiete años, que pasa el cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia, donde comienza a sentirse atraído a medida que transcurren las semanas por el encantador Oliver (Armie Hammer), el nuevo ayudante americano de su padre. De una forma muy sencilla logra contar una gran historia, sin estridencias ni tragedia, dejando de lado los costumbrismos de la época, como el pánico a ser descubierto, y la persecución social hacia el homosexual para centrarse en la melancolía de un primer amor y, al fin y al cabo, en el descubrimiento de uno mismo.






Una película de trayectos, literal y figuradamente. Los que toman los protagonistas, los que adquiere la narración, los que alcanza el sentido de esta propuesta inmejorable. Influenciado notablemente por el cine francés, en concreto Éric Rohmer, André Téchiné y Jacques Rivette, aunque con claras referencias a las producciones de Merchant Ivory, Guadagnino, en su filme más completo (que no perfecto), abandona sus extravagancias escénicas para filmar en celuloide una historia de amor universal; una bella reflexión sobre las emociones puras, el deseo y el desconcierto. La labor interpretativa de Timothée Chalamet (la nueva joven y anodina estrella de Hollywood) en esta película es esforzada pero no termina de funcionar como protagonista, lo cual enturbia notablemente el conjunto de la obra. Digna de mención es la selección de canciones, destacando las composiciones de Sufjan Stevens, que logran acompañar formidablemente cada momento emocional.



"Call me by your name" (2017). Dirección: Luca Guadagnino.

martes, 23 de enero de 2018

"Tres anuncios en las afueras" de Martin McDonagh.

El británico Martin McDonagh salta a primera línea con un western moderno después de dirigir las irregulares "Escondidos en Brujas" (2008) y "Siete psicópatas" (2012). Este retrato de la vida de una comunidad americana se afana en mostrar las consecuencias que trae para el pueblo el hecho de que una madre cuya hija ha sido asesinada y violada (por ese orden) pida justicia a través de unas vallas publicitarias ante la pasividad de la autoridad local durante la investigación de los hechos.

El guión, con claras influencias de John Steinbeck pasando por un trágico Tennesse Williams y el John Wayne de "Centauros del desierto" (1956), viene firmado por el propio McDonagh, basado precisamente en unos anuncios similares a los que observamos en el filme que pudo ver durante un viaje y tiene una clara intención de diseccionar la moralidad de los ambiguos personajes que habitan en la comunidad. Para ello cuenta con la ayuda de un magnífico reparto muy bien conjuntado, encabezado por una intensa, enorme y potente Frances McDormand y con unos perfectos Woody Harrelson y Sam Rockwell.


Una película sobre la pérdida pero también sobre el encuentro, donde no hay buenos ni malos ya que todos los personajes tienen sus razones y cumplen con su deber (o, mejor dicho, con lo que ellos creen que tienen que hacer), porque el verdadero enemigo es invisible. De hecho las buenas razones de la protagonista no están bien vistas en su lugar de residencia. El personaje de McDormand observa a un escarabajo que se encuentra boca arriba sin poder moverse y procede a darle la vuelta. En ese momento se presenta con su nombre. Quizás sea una buena manera de introducirlo y dejar claro que sus intenciones son buenas, pese a que pueden tener pésimas consecuencias. Junto a ella nos encontramos con unos personajes complejos muy bien definidos, a menudo contradictorios pero en constante evolución.


La América profunda que retrata con precisión el londinense McDonagh, curiosamente es similar a la reproducida por la genial "Comachería" (2016) del escocés David Mackenzie. La empobrecida nación que ama a Donald Trump donde el racismo, la tragedia, la violencia y la hipocresía se asumen con total naturalidad.

"Tres anuncios en las afueras" se suma a la nueva ola del neo western, y lo hace con total mérito y veremos lo que dicen los Oscar porque tiene todas las papeletas para alzarse como vencedora.


"Tres anuncios en las afueras" (2017). Dirección: Martin McDonagh.

viernes, 19 de enero de 2018

"Good time" de Ben Safdie y Joshua Safdie.

Hipnótico y sugestivo ejercicio de acción de autor, dotado de una fascinante estética con referentes que van desde "Driver" (1978) de Walter Hill, pasando por "Vivir y morir en Los Ángeles" (1985) de William Friedkin, "Jo, ¡qué noche!" (1985) de Martin Socrsese, "Drive" (2011) de Nicolas Winding Refn y el cine de Gaspar Noé.


Rodada en las calles de Nueva York, de una forma realista y huyendo de las convicciones del género, esta es la quinta película de los cineastas independientes Ben Safdie y Joshua Safdie, y con ella lograron llegar nada menos que a Cannes.


Un intenso, imprevisible y en ocasiones delirante thriller que cuenta con un protagonista carismático, manipulador y mentiroso, que atrapa por su magnetismo, interpretado por Robert Pattinson (siempre en busca de nuevos desafíos) que sin duda logra el mejor papel de su carrera. Aquí, después de que el robo desastroso de un banco neoyorkino acabe con su hermano mentalmente discapacitado en prisión, Constantine Nikas (Pattinson) se embarca en una odisea a través del mundo subterráneo de la ciudad en un intento, tan desesperado como peligroso, por conseguir el dinero de la fianza para poder sacar a su hermano de la cárcel.


El hecho de que el filme se tome su tiempo para desarrollar a los personajes no lo hace menos interesante, ni mucho menos. La capacidad de los realizadores para captar y reflejar el submundo urbano se ve materializada con un elenco de secundarios a cual mejor (desde el propio Ben Safdie a Jennifer Jason Leigh sin olvidar a un espléndido Buddy Duress), cuyas personalidades e identidades vamos descubriendo poco a poco. 

Los encuadres, los ángulos, el manejo de la cámara y la iluminación (casi naturalista) son asombrosos. "Good time" sabe utilizar las imágenes y la música (hay que ver lo bien que están cohesionados visuales y audio) para comunicar y lograr un máximo efecto. La frenética banda sonora (premiada en Cannes) del músico experimental Oneohtrix Point Never (aka Daniel Lopatin) acompaña a la perfección una atmósfera mezcla de modernidad y nostalgia retro con influencias que van desde Vangelis y Tangerine Dream hasta Max Richter y transmite en todo momento el ambiente opresivo de la cinta.



"Good time" (2017). Dirección: Ben Safdie y Joshua Safdie.

martes, 2 de enero de 2018

Las mejores películas de 2017 para Cine Capaz.

1. CRUDO Julia Ducournau
2. YOUR NAME Makoto Shinkai
3. MOONLIGHT Barry Jenkins
4. TONI ERDMANN Maren Ade
5. VERÓNICA Paco Plaza
6. EL VIAJANTE Asghar Farhadi
7. EL IMPERIO DE LAS SOMBRAS Kim Ji-woon
8. LA VIDA DE CALABACÍN Claude Barras
9. EN REALIDAD NUNCA ESTUVISTE AQUÍ Lynne Ramsay
10. VERANO 1993 Carla Simón
11. MADRE! Darren Aronofsky
12. DETROIT Kathryn Bigelow
13. FRANTZ François Ozon
14. PERSONAL SHOPPER Olivier Assayas
15. EL SACRIFICIO DE UN CIERVO SAGRADO Yorgos Lanthimos
16. SILENCIO Martin Scorsese
17. Z, LA CIUDAD PERDIDA James Gray
18. EN LA PLAYA SOLA DE NOCHE Hong Sang-soo
19. LO TUYO Y TÚ Hong Sang-soo
20. TRAIN TO BUSAN Yeon Sang-ho
21. DAVID LYNCH. THE ART LIFE Jon Nguyen, Olivia Neergaard-Holm y Rick Barnes
22. BLADE RUNNER 2049 Denis Villeneuve
23. LA CHICA DESCONOCIDA Luc y Jean-Pierre Dardenne
24. LA REGIÓN SALVAJE Amat Escalante
25. JUPITER’S MOON Kornél Mundruczó
26. MELANIE. THE GIRL WITH ALL THE GIFTS Colm McCarthy
27. COLOSSAL Nacho Vigalondo
28. EL OTRO ALDO DE LA ESPERANZA Aki Kaurismäki
29. LLEGA DE NOCHE Trey Edward Shults
30. A GHOST STORY David Low