martes, 25 de octubre de 2016

"31" de Rob Zombie.

No se puede negar que Rob Zombie ha conseguido un estilo propio que lo distingue totalmente de todos los cineastas de terror contemporáneos. Maquillaje exagerado, espacios cerrados, mucha sangre, la América profunda y los paisajes del American Gothic, payasos y seres inspirados en el freakshow, burlesque, grand guiñol, videoclip unido al vídeo arte, psicodelia, ritos satánicos, naturaleza psicotrónica y bizarra...


El líder del grupo White Zombie asombró a todo el mundo en el año 2003 pasándose a la dirección cinematográfica y realizando un espléndido trabajo de debut, "La casa de los 1000 cadáveres", muy vinculado no solo a su estética, sino también a su carácter y a sus singulares inquietudes creativas.

Tras llegar a su cumbre creativa con la aclamada "The Lords of Salem" (2012) su nuevo trabajo era muy esperado y no ha dejado indiferente a nadie. El origen de la película está en una fiesta de Halloween a la que el autor acudió hace unos años. "Había unos payasos con motosierras que asustaban a la gente, que lloraba y gritaba. Me pareció divertido".

"31" (2016) cuenta la historia de una pandilla de hippies que viajan en furgoneta durante los años setenta que son secuestrados cuando faltan cinco días para que tenga lugar Halloween y son llevados a un lugar conocido como Murder World. Allí serán forzados a intervenir en un salvaje juego durante doce horas con la única regla de matar a tu oponente antes de que él te de caza, y si lo consigues eres libre. Los contrincantes serán un grupo de macabros payasos psicópatas conocidos como The Heads.



En el elenco encontramos a actores como Malcolm McDowell, Sheri Moon Zombie, E.G. Daily, Torsten Voges, Daniel Roebuck, Lawrence Hilton Jacobs, Judy Geeson y Meg Foster. Estrellas de la serie b y habituales de su carrera donde destaca sobre todos Richard Blake como el sádico villano Doom-Head cuyo monólogo inicial ya es una genialidad.





El montaje es fiel a su estilo (¿cuándo no ha sido Zombie fiel a su estilo?) y el realizador sabe perfectamente contar con imágenes lo que está sucediendo a un ritmo frenético, epiléptico y con un opulento trastorno visual. Lo que sucede en Murder World nos recuerda bastante a los cómics de La Patrulla-X cuando eran capturados por Arcade y llevados precisamente a su "Mundo Asesino". El comienzo del largometraje nos lleva directamente a "La matanza de Texas" (1974) aunque... ¿cuántas películas de terror comienzan en un viaje en furgoneta? 


Zombie ha regresado a su vertiente más sangrienta. El aluvión de críticas negativas que inundan la red deben haberse producido porque sus suscriptores no han comprendido que estamos ante un realizador clave en el cine de terror contemporáneo donde todo lo mostrado en "31" no es más que una admirable síntesis de su imprescindible filmografía. Ojalá siga así. Rob Zombie es un genio.


"31" (2016). Dirección: Rob Zombie.

viernes, 21 de octubre de 2016

Miradas: "Regen" de Joris Ivens.

Joris Ivens vivió desde 1898 hasta 1989 y en ese tiempo realizó trece documentales excelentes. En "Regen" (1929) muestra el inicio y el fin de una llovizna en Ámsterdam. Se trata de un evidente reflejo de la influencia en el cine de los movimientos de arte de vanguardia.

Joris Ivens nos regala un poema visual y estético de luminosidad y vibración. Fue rodado durante meses en las calles de Amsterdam y la lluvia fue el objeto de interés del realizador. Ivens se esforzó en todo momento por proteger este motivo de cualquier posible distracción que otros objetos puedan ocasionar al espectador. El resultado es una meditación sobre la fugacidad humana en medio de la volatilidad de la naturaleza.


El único protagonista de este cortometraje esteticista y experimental a partes iguales es el fenómeno metereológico del chaparrón y, a través de él, se nos muestra la vida en la ciudad, modificada por tal circunstancia. Ivens prescinde aquí de toda literatura y describe el suceso tal cual sucede en imágenes. Detiene la percepción del espectador y crea una poesía visual altamente formalista. Las gotas de lluvia que se deslizan por los cristales, los charcos en el pavimento que reflejan el discurrir de los vehículos o los viandantes que se refugian bajo sus paraguas constituyen un espectáculo muy fotogénico, una sinfonía visual de tintes impresionistas y un verdadero placer para los sentidos mostrando la transitoriedad permanente.

"Regen", una película sobre el poder del arte, tiene una clara influencia de "Manhatta" (1921) de Paul Strand y Charles Sheeler y ha sido comparado en multitud de ocasiones con "Berlín, sinfonía de una gran ciudad" (1927) de Walter Ruttmann. 


El 14 de diciembre de 1929, el filme se estrenó en el Amsterdamse Filmliga, siendo recibido como un auténtico acontecimiento en los círculos cinematográficos especializados, lo que le sirvió a Joris Ivens el ser alabado como uno de los cineastas más innovadores e importantes del momento. Este poema cinematográfico fue sonorizado en 1931 por Hélène Van Dongen y Lou Lichtvel escribió la partitura musical. En 1940, Hanns Eisler compuso una nueva banda musical.



"Regen" (1929). Dirección: Joris Ivens.

miércoles, 19 de octubre de 2016

"La doncella" de Park Chan-wook.

El público de Sitges, el Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya, escogió como favorita a "La doncella", la adaptación cinematográfica del brillante realizador surcoreano Park Chan-wook de la novela negra "Fingersmith" de la escritora británica Sarah Waters. Ambientada en la Corea de los años treinta del siglo pasado, la película ya había conquistado a crítica y público durante su paso por el Festival de Cannes de este año.


La primera parte de la película es la más fiel a la novela original. Está narrada por Nam Sook-hee (Kim Tae-ri), una joven huérfana criada como una ladrona callejera por un traficante de personas en las fechas posteriores a la ocupación japonesa de Corea. Un buscador de oro coreano (Ha Jung-woo), haciéndose pasar por el japonés Fujiwara le saca de su pobreza para ayudarle en un atrevido y oscuro plan de seducción de Hideko (Kim Min-ji), una heredera japonesa que vive bajo la tutela de su sádico tío coreano Kouzuki (Cho Jin-Woong). El plan es que Fujiwara seduzca a Hideko, se fuguen juntos para poder huir de su tío controlador, casarse, y a partir de ahí encerrarla en un psiquiátrico para quedarse con su herencia.


A partir de aquí no sabemos por qué caminos nos puede llevar la trama. La visita de Nam Sook-hee a la hacienda de Hideko bien parece que todo lo vaya a transformar en una cinta de terror gótico, sabiendo la historia del fantasma de la tía. La segunda parte comienza con un giro brutal donde la narradora pasa a ser Hideko y nos lleva a su infancia donde su tío tuvo un papel fundamental y también el sadomasoquismo. Finalmente en la última parte se focaliza en la situación de Fujiwara. Y hasta aquí podemos contar. Es mejor no conocer nada más de su argumento pues las sorpresas son mayúsculas.

Exquisitamente diseñado al milímetro y sexualmente muy liberador, se trata de un thriller muy entretenido que tiene tonos de "Luz que agoniza" (1940), "Rebeca" (1940), "Las diabólicas" (1955) y de las reciente "Perdida" (2014) y "The Duke of Burgundy" (2014) aunque con una tonalidad mucho menos gris que todas ellas. Su dirección artística es preciosa. Un diseño espectacular que produce unos efectos en el espectador hipnotizantes e intoxicantes. La misteriosa mansión gótica donde vive Hideko incluso nos lleva a "La cumbre escarlata" (2015) de Guillermo del Toro (el interior de la mansión, diseñada por Ryu Seong-hee, está decorado con un brillante estilo británico-japonés). Los valores de producción son sensacionales, incluso comparados con las cintas de primera línea de Corea del Sur. La exuberancia decorativa es asombrosa, a la que acompañan una cuidadísima fotografía y una planificación ejemplar.


Este thriller erótico del aclamado director surcoreano da prioridad a la sexualidad femenina. Incluso se podría calificar a la cinta de feminista ya que las protagonistas intentan salir de una sociedad dominada por los hombres. Resulta realmente fascinante la manera que tiene el realizador de "Old boy" (2003) de tratar la sexualidad en la cinta. La masculina resulta grotesca e incluso incómoda si la comparamos con el erotismo que generan las protagonistas del largometraje. El conde resulta incómodo e irritante para las mujeres, más que el sonido de una gota de agua mientras intentamos conciliar el sueño. Es desagradable y repulsivo para ellas. El tío es un chalado bastante sádico que obliga a su sobrina a realizar lecturas depravadas para una audiencia masculina, para unos voyeurs sombríos muy poco deseados. Los hombres no parecen comprender lo que estas mujeres quieren en realidad. Así pues, la pareja explora su cuerpo como motivo de liberación de la opresión que sufren. Y es que la tensión sexual entre ellas hierve a fuego lento.


Dividida en las tres citadas partes, contadas desde diferentes puntos de vista durante 145 minutos (quizás algo excesivos pero el cine surcoreano de género ya sabemos que no se queda corto en el montaje), la trama se mueve como una víbora y contiene una serie de giros escabrosos donde el realizador reproduce algunas escenas desde una nueva perspectiva. Esto ayuda al espectador a entender absolutamente todo lo que pasa, pero quizás es excesivo ya que sin ellas igualmente queda bastante claro. Lo cual no quiere decir que en ningún momento sea una película aburrida. La composición de estos planos, sumados a su asombrosa dirección artística, hace que la visualización de estos recursos resulte de lo más entretenido. El juego consiste en averiguar a dónde nos conducirán los giros de la trama y las revelaciones son de vértigo. Hay más en los personajes de lo que parece a simple vista ya que todos traman algo. Estos giros argumentales son tremendos, eso sí, desafiando al espectador de forma abrumadora. Puede que el último resulte algo previsible, pero el primero está al nivel de "Perdida" (2014).

Las expectativas se cumplen plenamente con este largometraje y recuperan al mejor y gran  Park Chan-wook tras la decepcionante "Stoker" (2013), que supuso un paso atrás en su carrera después de haber entregado su mejor obra hasta la fecha, la vampírica "Thirst" (2009).


"La doncella" (2016). Dirección: Park Chan-wook.

lunes, 17 de octubre de 2016

Miradas: "Europa" de Lars von Trier.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, Leo Kessler, un ingenuo joven americano de raíces alemanas, viaja a Alemania para trabajar con su antipático tío en una compañía de ferrocarriles. Su empleo le permitirá viajar, fascinado, por un país destruido por la guerra pero que para él conserva la hermosura que tenía anteriormente; sin embargo también tendrá que encarar poco a poco a las atrocidades de la barbarie nazi, una situación que le generará repulsión debido al poco respeto por la vida humana que encuentra y se planteará qué está haciendo allí realmente. Además, se verá inmerso en una intriga política difícil de salir.



Este es el argumento de la tercera película teatral del realizador danés Lars von Trier, el autoproclamado heredero de Carl Theodor Dreyer, y la última de su trilogía europea llamada precisamente "Europa", después de "El elemento del crimen" (1984) y "Epidemic" (1987). "Europa" (1991) se distribuyó en el mercado norteamericano retitulada como "Zentropa" (el nombre de la compañía de ferrocarriles de la película que aquí nos ocupa) para evitar confusión con "Europa Europa" (1990) de Agnieszka Holland. Así pues, con esta odisea intelectual llena de emoción, cierra un trío de largometrajes realmente diferentes a todo lo demás, sugerentes, provocativos y arrebatadores.




"Europa" es inquietante, laberíntica y extraña y en ella poco a poco se van dibujando todas las vergüenzas y secretos de Alemania. Esto comienza cuando Leo (Jean-Marc Barr) conoce a una atractiva millonaria (Barbara Sukova) que inmediatamente lo seduce de manera misteriosa en el tren. Lo invita a cenar a su mansión para que conozca a su familia, que además es propietaria de la compañía fabricante de los trenes. Estos ferrocarriles fueron los mismos que llevaron a los judíos durante la guerra y una serie de extraños sucesos en los que se incluyen asesinatos en el seno familiar pondrán en juego la ética de Leo. 


Lars von Trier presenta en esta comedia muy negra una propuesta interesante y sugestiva dentro del cine contemporáneo, quizás algo pretenciosa pero en todo momento un trabajo diferente. En "Europa" los recursos técnicos que utiliza para contarnos esta historia que parece sacada de un mundo kafkiano regido por el existencialismo no son en absoluto innovadores, pero sí sabe emplearlos con una acertada maestría lejos de lo común. Logra crear un nuevo estilo narrativo y un universo visual propio con el uso de proyección trasera, superposiciones, efectos ópticos, trucos de fotografía y cambios dramáticos entre escenas en blanco y negro, en color y combinadas. Se trata de una experiencia cinematográfica única y un viaje a lo desconocido y lo inesperado acompañado de unas yuxtaposiciones asombrosas. 


Aunque la película simboliza la agonía del nazismo y la culpabilidad de unos americanos que quizás llegaron demasiado tarde para ayudar a las personas que viajaban en esos trenes, y algunos sus mejores momentos son los puramente visuales y las hipnóticas imágenes de las vías del tren junto con la narración de Max von Sydow son tremendamente seductoras, "Europa" no solamente es un ejercicio de estilo impecable y una delicia visual. Hace pensar. Y mucho.


"Europa" (1991). Dirección: Lars von Trier.


sábado, 15 de octubre de 2016

"Swiss Army Man" de Dan Kwan y Daniel Scheinert.

Escandalosamente entretenida, bizarra, rebosante de creatividad, emocional y divertida, la comedia norteamericana "Swiss Army Man" de los realizadores Dan Kwan y Daniel Scheinert (llamados Daniels) y que cuenta con los actores Paul Dano y Daniel Radcliffe, ha ganado el premio gordo del 49 Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya que se celebra anualmente en Sitges. Daniel Radcliffe también ha ganado el premio a Mejor Interpretación Masculina.



Hank (Paul Dano) se encuentra varado y desesperado en una isla desierta, habiendo abandonado toda esperanza de llegar a casa y a punto de suicidarse cuando ve un cadáver (Daniel Radcliffe) en la playa. Se hace amigo de él, dándole el nombre de Manny, sólo para descubrir que su nuevo amigo puede hablar y tiene una gran variedad de habilidades sobrenaturales y emprenden un viaje surrealista (y lleno de flatulencias) para llegar a casa.


Daniel Scheinert y Dan Kwan debutan como directores de su primer largometraje, que también han escrito. Provienen del videoclip y sus inspiraciones en Spike Jonze y Michel Gondry son más que evidentes. Los realizadores no tienen problema en mantener el tono surrealista de la cinta a los largo de su metraje. No obstante, existe un pequeño problema en el final donde parece como si las cosas se resolvieran de manera algo inconexa. Pero no se trata de una comedia al uso y en ocasiones logra un carácter dramático increíble que equilibra su humor con su sensibilidad pasando de lo absurdo a lo emocional. 

"Swiss Army man" es una película de búsqueda de todo tipo con temas como la amistad y el aislamiento, pero también una especie de composición moderna del teatro del absurdo como si Monty Python se hubieran revitalizado.


La premiere de "Swiss Army Man" fue en el Festival de Sundance de este año, donde recibió el Premio a la Mejor dirección, aunque las críticas fueron bastante variadas (hay quien la calificó de repulsiva y aburrida) y la mitad de los asistentes a la proyección abandonaron la sala, lo cual sirvió también para publicitar la cinta de manera gratuita como suele pasar en estos casos. La película ha contado con un presupuesto de tres millones de euros y lleva de momento algo más de cuatro millones recaudados. Todavía no tiene fecha de estreno en España, para no perder costumbre (desgraciadamente) con las películas ganadoras en el Festival. Esta es una delicia.


"Swiss Army Man" (2016). Dirección: Dan Kwan y Daniel Scheinert.

viernes, 7 de octubre de 2016

Miradas: "Pícnic en Hanging Rock" de Peter Weir.

El realizador australiano Peter Weir saltó pronto a Hollywood después de realizar largometrajes bastante interesantes en su país natal como su debut con "Los coches que se comieron París" (1974) o "La última ola" (1977). Pero es precisamente la película que dirigió entre ambas cintas la más interesante de su etapa australiana y probablemente la mejor de su carrera, "Pícnic en Hanging Rock" (1975), filme difícil de olvidar de gran importancia, pues supuso un notable avance para la apreciación de la cinematografía en Australia.


Está basada en la novela homónima de la escritora también australiana Joan Lindsay, que fue publicada en 1967 y presentada como ficción pero que podía estar basada en hechos reales. La acción transcurre en el año 1900 en Australia Meridional. Un grupo de jóvenes estudiantes de un estricto internado victoriano, la escuela de señoritas Appleyard, va a hacer una excursión el día de San Valentín a un lugar llamado Hanging Rock, una enigmática formación rocosa de origen volcánica no muy lejos de su escuela. Tras el pícnic, un pequeño grupo de alumnas destacadas por ser las más sensatas y responsables, deciden investigar las zonas más recónditas del lugar a la que más tarde se une una de las profesoras, pero sólo una de ellas volverá a ser vista una semana después aunque no recordará absolutamente nada de los extraños sucesos. El resto jamás regresaría.





En Australia, tanto la publicación de la novela como el estreno de la película, supusieron una auténtica revolución en cuanto a la posibilidad de que los hechos fueran reales, se revisaron cientos de periódicos de años atrás sobre desapariciones de jovencitas y las teorías fueron diversas y algunas disparatadas, como que fueron abducidas por extraterrestres y la presencia de un ovni hizo que se parasen los relojes o que encontraron una puerta a otra dimensión. Quizás, lo más interesante de su guión es que no se de una aclaración a lo que realmente sucedió y nunca sabremos la verdadera historia que inspira el filme. Su misterio ha sido comparado con el de la excelente película de Michelangelo Antonioni "La aventura" (1960), donde una mujer desaparece misteriosamente en una isla del Mediterráneo y nunca se le volvió a ver.


Weir nos muestra a las rocas en todo momento como si se trataran de caras que están observando a los humanos y finalmente se los tragan, pero esto no es una explicación en absoluto del incidente. No obstante, de cara al espectador, los visitantes a Hanging Rock siempre tienen la sensación de estar siendo vigilados por las insólitas rocas. Se abre como si todo fuera a tener lógica, mostrándonos la vida en un riguroso y severo colegio donde las internas se preparan para una excursión y una de ellas es castigada a permanecer en el internado. Es en este personaje donde luego vuelve la acción, pues parece estar enamorada de una de las muchachas desaparecidas a la que una de las profesoras describe como "un ángel de Botticelli". Un amor apasionado con una represión tremenda y exaltando las actitudes victorianas hacia el sexo. 



La película es toda una experiencia para los sentidos y contiene una atmósfera inexplicable difícil de superar. La música, parte de ella interpretada con una flauta de pan, crea un ritmo alucinatorio y le da unos toques fantásticos que nunca se resuelven en imágenes pero que acompañan en todo el metraje. El misterio es planteado a base de inquietantes atmósferas y escenas que bordan las ensoñaciones pero son reales. La calma tensa se llega a convertir en terror por momentos, de una manera muy sutil, sin sobresaltos e hipnotiza a la audiencia de un modo fastuoso.





Peter Weir, en gran su salto a Hollywood, nos brindaría propuestas como "Único Testigo" (1985), "El Club de los Peotas Muertos" (1989), "El Show de Truman" (1998) o "Master and Commander: al otro lado del mundo" (2003). No obstante, en su etapa inicial en Australia, se reveló como un autor muchísimo más personal con cintas tan misteriosas e inclasificables como "Pícnic en Hanging Rock".


"Pícnic en Hanging Rock" (1975). Dirección: Peter Weir.