viernes, 22 de julio de 2016

"La academia de las musas" de José Luis Guerín.

Un día, Raffaele Pinto, un profesor de filología incategorizable, se encuentra con que su mujer cuestiona y critica el enfoque pedagógico de las clases de poesía que imparte en la "academia de las musas", en un posgrado de la carrera de Filología de la Universidad de Barcelona, cuyo fin es regenerar el mundo a través de la poesía.




Se trata de un experimento fílmico con un estilo sencillo pero fascinador, una extraordinaria docuficción del catalán José Luis Guerin, al que se le recuerda sobre todo por su mejor película, "En construcción" (2001). Aquí, Guerín, de quien estamos acostumbrados a que en sus trabajos se mezclen realidad y ficción, combina debate filosófico con comedia romántica dentro de un gran ejercicio cinematográfico.


Guerin fabrica la vida real a partir de hechos no ficticios pero moldeados. Bien es cierto que Pinto ha sido profesor de literatura en la Universidad de Barcelona desde hace más de cuarenta años y el director trabajó con él y sus estudiantes, que en la película conservan sus nombres reales, para poder desarrollar una trama estructurada. No obstante, "La academia de las musas" es pura ficción, pero aún así mantiene una especie de realidad de cara al espectador.


Las primeras escenas se desarrollan completamente en la Universidad, con discusiones entre el profesor y sus alumnos sobre el sentido de la poesía clásica y sobre todo, el rol de la mujer como musa del hombre, el cual Pinto defiende y algunas alumnas cuestionan con motivos de peso, para después pasar a encuentros privados entre el profesor y las alumnas.  Las conversaciones con su mujer, de fuerte carácter, ponen en duda la moralidad de Pinto, lo cual poco a poco va convirtiéndose en comedia romántica con un cierto toque experimental. 

A medida que transcurre la película, se traslada a otros espacios, como Cerdeña, donde Pinto y una de sus alumnas mantienen un debate sobre los ideales románticos. Aquí es donde Guerín desata en mayor medida su facción documentalista, en algunas de las mejores escenas del largometraje.

Una propuesta insólita, directa y seductora en la que personajes, todos ellos llenos de vida y totalmente transparentes que dotan a la película de una realidad tremenda, logran jugar a ser lo que no son. Donde lo que comienza con debates sobre las musas poco a poco se van transformando en situaciones en torno a las emociones, la inspiración y el amor.


"La academia de las musas" (2015). Dirección: José Luis Guerín.

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