domingo, 4 de diciembre de 2016

"Cemetery of Splendour" de Apichatpong Weerasethakul.

En un pequeño pueblo de Tailandia, veintisiete soldados sufren un extraño caso de narcolepsia. Una escuela primaria abandonada se convierte en un pequeño hospital donde Jenjira Widner, una solitaria ama de casa de mediana edad casada con Frank, un soldado retirado de los Estados Unidos, es una de las voluntarias que les cuida. Jenrija coge especial cariño a Itta, un joven soldado que no tiene ningún pariente. Así, Jenjira acude diariamente para asistir a Itt, quien nunca ha recibido la visita de algún miembro de su familia. El cuidado de los soldados le llevará a caer en alucinaciones que desencadenan en sueños extraños, fantasmas y romances. En los terrenos adyacentes al hospital trabajan unas excavadoras instalando la fibra óptica, justo donde se encontraba un cementerio de los antiguos reyes tailandeses. Tratándose de quien se trata hay muchas capas detrás de este argumento. 


"Cemetery of Splendour" es el último trabajo del director tailandés Apichatpong Weerasethakul, autor entre otros de los maravillosos filmes "Tropical Malady" (2004) y "Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas" (2010), ambos premiados en el Festival de Cannes. Es uno de los realizadores más originales del cine contemporáneo. Su faceta como artista plástico es más desconocida pero sus exposiciones e instalaciones se han podido ver en muchos países. Apichatpong Weerasethakul pertenece a ese linaje de cineastas indómitos que conciben el cine como una forma propia de expresión artística, trabajando con total libertad.



Esta gran obra, una de las mejores cintas estrenadas en España en 2016, tiene una mezcla de realidad (reflejada en cada uno de sus planos) con espiritualidad y misticismo. Estamos ante una cinta donde el director tailandés demuestra su emocionante aptitud para fabricar imágenes realmente hermosas que retratan la vida en un hospital improvisado cuyos pacientes sufren esta misteriosa enfermedad que los sentencia al sueño. Muy emotiva es la relación de afecto que se va desarrollando entre la cuidadora y el soldado Itta, que el director nos enseña con misterio y ante las extrañezas de los jardines que rodean el hospital donde lo fantástico y lo real se mezclan de una manera muy naturalista. Otra de las voluntarias, la más joven, tiene el poder de una médium y manifiesta que la condición de los soldados se debe a que han alterado de alguna manera el cementerio donde reposan los reyes. Lo que a simple vista parece realismo (no hay ninguna escena que visualmente de pie a que estemos ante una obra de fantasía, ahora no hay ningún hombre lobo ni ningún monstruo acechante) a través de los diálogos nos transporta al mundo de alucinación e ilusión de Weerasethakul. La protagonista conversa tranquilamente con dos mujeres que de repente le confiesan que son las diosas a las que ella rinde culto en una secuencia sublime. No solamente ella cree toda la historia, sino que nosotros también. Y nos impacta, que es lo importante. Y lo que es más valioso: lo hace de una manera muy sencilla, sin ningún artificio ni trampa. La propia existencia de las diosas nos parece totalmente real y no insertada en la trama para sorprender.



Este es otro ejemplo de cine hecho poema. Y también de un ensayo sobre la geografía humana y sobre el tránsito. Una bella meditación sobre la muerte donde el mundo espiritual se mezcla con el mundo natural para reflejar su dolor por la nación, simbolizado por los militares. Y, sin embargo, también es un bonito y exquisito artilugio donde trata temas tan universales como son el amor y el desconsuelo.


"Cemetery of Splendour" (2015). Dirección: Apichatpong Weerasethakul.

No hay comentarios:

Publicar un comentario