Puede que el nombre de Shim Sung-bo no suene a nadie, pero es el guionista de una de las mejores obras de la década pasada, “Memories of murder” (Bong Joon-ho, 2003). Probablemente el más influyente thriller coreano contemporáneo. No se trata de un thriller típico, ya que contiene un ritmo distinto a lo que nos tienen acostumbrados los estadounidenses y ahí está su gran virtud, ya que en sus más de dos horas de metraje y de larga investigación logra mantener en vilo al espectador y desconcertarlo de una manera asombrosa. La vigorosa cinta contiene, además, una gran crítica al poder coreano de los años ochenta y es un fiel retrato de los errores humanos.
Con “Niebla” Shim Sung-bo avanza una década y nos sitúa en una Corea del Sur sumida en una importante crisis financiera. La crisis financiera asiática fue un período de gran dificultad financiera que se apoderó de Asia en julio del año 1997 y aumentó el temor de un tremendo desastre económico mundial por contagio financiero. También fue conocida como la Crisis del Fondo Monetario Internacional. Todo comenzó el 2 de julio de 1997 con la devaluación de la moneda tailandesa pero por efecto dominó, le sucedieron numerosas devaluaciones en Malasia, Indonesia y Filipinas, lo que repercutió también en Taiwán, Hong Kong y en el país donde sucede la película de la que hablamos, Corea del Sur. Para ser conscientes del peso de esta difícil etapa económica asiática, lo que parecía ser una crisis regional se transformó con el tiempo en lo que se la denominado como la "primera gran crisis de la globalización".
En este contexto, la pesca era un trabajo que pasó a ser muy poco rentable, hecho que se muestra en la película de una manera bastante drástica y que será el desencadenante de todo el drama que se vivirá en un pesquero. El desesperado capitán junto con la tripulación del Jeonjinho, un pesquero surcoreano de 69 toneladas, tienen que apañárselas para sobrevivir recurriendo al ilegal negocio de introducir en el barco a inmigrantes ilegales provenientes de China. Durante la travesía hacia la costa coreana un trágico e inesperado accidente cambiará totalmente el curso de los acontecimientos. Un giro que nos mete de lleno en una segunda parte que cambia de tono después de una primera algo amable (a tener en cuenta el inicio donde el protagonista es salvado por sus compañeros y el uso de la música en esta escena y lo que sucederá después). "Niebla" se vuelve atroz y los hechos llevan a la tripulación a la locura, a cometer una verdadera atrocidad y actos sumamente crueles bastante duros de digerir pero sin embargo mostrados con una enorme sutileza lejos de barbaridades vistas en largometrajes tan duros como “I saw the devil” (2010), la obra maestra de Kim Jee-woon.
Como suele pasar en muchas películas de género coreanas, la mezcla de géneros es garantía de éxito, pues la cinta comienza con una dura crítica de la sociedad coreana de la época, para poco a poco introducirnos en un thriller psicológico a medida que el pesquero avanza. La mayoría de la acción sucede en el barco, con una puesta en escena medida al milímetro y un juego de planos prodigioso y, teniendo en cuenta que es la ópera prima de Shim Sung-bo, la dirección es impecable. La atmósfera poco a poco se va volviendo más oscura y los personajes, muy bien definidos, no son lo que parecen.
El filme se cierra con un epílogo muy distinto a lo que nos tienen acostumbrados los realizadores surcoreanos, lo cual es de agradecer, relacionado con una aventura romántica ocurrida durante la infernal travesía. Quizás esto resulte algo singular para los habituales del cine asiático y esté más próximo al cine de género español donde los finales metafóricos abundan, pero en “Niebla” el guionista (el propio director) decide no dejar al espectador ningún misterio sin resolver.
“Niebla” está basada en un hecho real ocurrido en el año 2001. Si alguien tiene alguna duda de que el cine de género surcoreano sigue en plena forma esta es su película.
"Niebla" (2014). Dirección: Shim Sung-bo.
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