lunes, 23 de mayo de 2016

Miradas: "Huellas de pisadas en la Luna" de Luigi Bazzoni.

Alice Campos, una traductora portuguesa de un centro de investigación astrofísico, vive totalmente atormentada por una escena donde un astronauta es abandonado el la Luna por un compañero. Paralelamente a este enigma, la mujer sufre una amnesia que le impide recordar sus tres últimos días. Alice decidirá entonces averiguar la razón.


Bajo el título de “Le Orme” y en nuestro país conocida como “Huellas de pisadas en la Luna” (huellas metafóricas que la protagonista trata de encontrar en esa parte de sí misma que se le escapa) esta extraña película extraña ofrece una de las mejores actuaciones de Florinda Bolkan, que trabaja con un rigor impecable, y sigue siendo una de las cintas más impenetrables de la década de los años setenta. La trama recuerda, en ocasiones, a “El último año en Marienbad” (1961) de Alain Resnais y sigue los intentos de Alice por descubrir lo que le pasó en esos tres días, que le conducen a un misterioso hotel en la ciudad de Garma, una localidad costera de un estado árabe no identificado. Allí conoce a varias personas, entre ellas a Nicoletta Elmi (la niña del giallo por excelencia en uno de sus mejores papeles), que la recuerdan ya sea como Alice o como una misteriosa mujer llamada Nicole. Todo el mundo en el pueblo la conoce pese a no haber estado nunca allí, sobre todo los siniestros y crípticos huéspedes del hotel donde recae.


Al margen del cine giallo estamos hablando de una de las mejores películas de los años setenta, en la época en la que en Italia se realizaron algunos de los filmes más bellos y salvajes. Un thriller psicológico, onírico e introspectivo dirigido por el siempre interesante Luigi Bazzoni, y fotografiado por el maestro romano Vittorio Storaro. Se trata de una película de suspense psicológico e incluso marcada con algunos elementos propios de la ciencia ficción, que alberga un acentuado tono introspectivo, paranoico e intrigante, y donde el asesinato, su pugna, indagación e hipotética resolución, se dirimen en el interior de la afectada mente de Alice, una gran Florinda Bolkan presente también en los giallos dirigidos por Lucio Fulci “Una lagartija con piel de mujer” (1971) y “Angustia de silencio” (1972), donde aquí realiza sin lugar a dudas su mejor interpretación. 


Se trata de una misteriosa y deslumbrante obra en la que sólo se explicita un único crimen y donde el verdadero interés narrativo se encuentra en una exploración de la mente humana y los traumas personales desencadenados a partir de su desviación, alejada, por lo tanto, del componente criminal reconocible en estas producciones o, cuanto menos, invirtiendo el sentido de su puesta en escena. En extraña historia se escoge cuidar las relaciones que se hilan entre sus personajes antes que depurar la estética de unas imágenes que en todo momento se mantienen enigmáticas bajo la notable fotografía del maestro Storano. 

Desgraciadamente fue la última película de su director que, cansado del cine, se dedicó exclusivamente a los documentales sobre arte y arquitectura, pasiones que se evidencian en esta obra.

Hay que destacar la extraordinaria banda sonora realizada por Nicola Piovani, con órgano y que es de las primeras que compuso al principio de sus trabajos para el cine. La pena es que nunca podrá ser editada en condiciones porque el compositor, en una mudanza por un cambio de domicilio, perdió los masters de la música.


Regia Films la ha editado recientemente en nuestro país dentro de su colección Cinema Giallo, donde encaja perfectamente. Es digno de mencionar el trabajo que están haciendo por recuperar verdaderas joyas del giallo italiano en formato dvd. Así, películas de género que podrían permanecer en el olvido tienen el privilegio de que se les brinde una nueva oportunidad, gracias a la amabilidad de estos editores, los mismos que toman todos los riesgos para exhumar otras exquisitas rarezas que hacen las delicias de un gran número de aficionados al cine giallo. 


En resumen, una película imprescindible e hipnótica y muy inspiradora de clásicos contemporáneos y de autores como David Lynch o Denis Villeneuve. Una Florinda Bolkan que lo da absolutamente todo en un filme misterioso de principio a fin, sobre los sueños, los efectos de los medicamentos y la memoria. Y por supuesto, con un final sorprendente e inesperado. Obra maestra del cine italiano. No está considerada como giallo por algunos críticos pero lo que es cierto es que su estética, su sonido, la investigación como eje narrativo, una estructura laberíntica, el trastorno mental, su clímax… hacen que pertenezca totalmente a este subgénero. No hay un asesino con guantes negros pero ahí es donde realmente la cinta enriquece al género, en la recuperación de la identidad de Alice como si de una trama giallesca se tratase. Sea como sea, estamos sin lugar a dudas ante una de las mejores cintas no solamente del fantástico italiano sino del cine europeo en general. Y me quedo corto. Fascinante.


"Huellas de pisadas en la Luna" (1975). Dirección: Luigi Bazzoni.

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