Por primera vez en mucho tiempo parece que el cine de género está siendo reconocido por la crítica como lo mejor que se está haciendo en el cine americano hoy en día. La crisis de creatividad actual en el cine independiente dramático estadounidense, así como la que viene sufriendo la calidad de las grandes producciones desde hace unos años (salvo muchísimas excepciones, por supuesto) han dado pie a un cambio dentro de cierta crítica quien por fin aprecia y valora producciones tan arrebatadoras y frescas como esta cuando antes las rechazaba.
Ya en la primera escena conocemos de antemano que el ex-soldado arrastra por su barrio desolado a la protagonista ensangrentada en una escena brutal. Ello ya nos advierte del peligro al que se van a enfrentar los jóvenes al llegar al lugar. El veterano del ejército no es lo que parece ser. Este primer plano inicial es realmente turbador. La recta final de la película es quizás la menos interesante y previsible pero repleta de giros ingeniosos. En ella hallamos algunas escenas memorables (la del perro en el coche) y algún que otro guiño a "Martyrs" (2008) de Pascal Laugier.
La segunda obra hollywoodiense de Fede Álvarez, a quien le gusta transgredir las normas del género con el objetivo de mostrar algo diferente, tiene un gran sentido geográfico y nos introduce en pasillos cortos que dan la sensación de ser interminables. Sin embargo las escenas son largas y tenemos que tener en cuenta que, toda la acción que ocurre en la casa se reproduce en tiempo real. A pesar de contar con muchos menos medios que en su anterior largometraje, el diseño de los set pieces es envidiable. "No respires" contiene un enclaustrado y arduo suspense donde los protagonistas son juguetes que, a pesar de su moralidad, intentan captar la fidelidad de la audiencia de tal manera que esta sea capaz de ponerse en su situación, y transmitir la sensación de claustrofobia que sufren.
La banda sonora es impecable. Cuando uno pensaba que el genial Roque Baños había tocado techo en cuanto a la grandiosidad de sus composiciones, en "No respires" demuestra que uno se equivocaba por completo. Estamos ante su mejor trabajo. Y cuidado con la efectividad del uso del sonido que se convierte en un elemento más de la narración, por ello es recomendable ver la película en versión original y prestar atención al mismo.
Tras reimaginar con gran solera "Posesión infernal", Fede Álvarez nos regala una obra sádica e inquietante, demostrando una vez más su talento para el cine de terror. Sádica pero no sangrienta, porque la cinta es muchísimo menos gore que "Evidel dead". Aquí prácticamente no se recrea en cuanto a mostrar sangre o vísceras. Prácticamente en ninguna escena. Una película de obligada visión tanto para los amantes del cine de terror inteligente.
"No respires" (2016). Dirección: Fede Álvarez.
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