lunes, 9 de enero de 2017

"Train to Busan" de Yeon Sang-ho.

Lo que parece ser un desastroso virus se expande por Corea del Sur, provocando importantes altercados y convirtiendo a las personas en verdaderos monstruos letales, transformando a todo aquel al que muerden. Los pasajeros de uno de los trenes KTX que viaja de Seúl a Busan tendrán que luchar por su supervivencia contra los salvajes individuos que además tienen una capacidad para recomponerse asombrosa. En el tren de alta velocidad encontramos a un padre, más centrado en sus negocios que en su faceta familiar, que se dispone a acompañar a su hija, en el día de su cumpleaños, a ver a su madre, en un tren que pronto se convierte en el único refugio si quieren sobrevivir a la horda de infectados.



Tras dirigir varios cortos, Yeon Sang-ho filmó dos largos de animación oscuros y violentos "The King of Pigs" (2011) y la aclamada "The Fake" (2013) que le confirmaron como un nombre consagrado del cine de animación más adulto, siendo "Train to Busan" su primera película de imagen real. Su tercer largometraje animado, "Seoul Station", es un complemento perfecto para "Train to Busan" ya que le hace de precuela y ofrece una visión paralela. La cinta de animación, ambientada en un Seúl diseñado con la técnica creativa CGI, narra la historia de supervivencia de varios grupos de personas que sobreviven totalmente atemorizados por una inminente invasión pandémica zombie. Estas pequeñas bandas tendrán que resistir y combatir a los zombies empleando los recursos que irán encontrando en su prolongada escapada. La ciudad de Seúl es el terreno donde los jóvenes se desplazarán, esconderán y lucharán por su vida.






Pero centrándonos en la cinta que nos ocupa, encontramos un non-stop de acción frenética que nos recuerda a "Mad Max: furia en la carretera" (2015). No deja respirar al espectador ni un segundo desde que los pasajeros llegan al tren. A partir de este momento comienza una locura que no para hasta el desenlace de la película, donde descubriremos quién sobrevivirá, pues al fin y al cabo se trata de eso. Y, como suele pasar en el género zombie y survival, muy pocos o ninguno lo harán. Aquí no lo vamos a desvelar, por supuesto. Es más, tratándose de cine de Corea del Sur, puede que más de uno se lleve una sorpresa con los supervivientes. Si es que alguien lo consigue, ya que como suele ocurrir en muchas películas de muertos vivientes, no hay que obviar la amenaza humana. 



La crítica social, sobre todo el clasismo y el capitalismo, está presente en "Train to Busan" tal y como lo hacen las grandes obras del género: "La noche de los muertos vivientes" (1968) y "Zombi" (1978), ambas de George A. Romero. Y, sí, nos encontramos ante una obra que está a la altura de las citadas. En plan blockbuster, pues aquí no escatiman en medios. El largometraje muestra a una sociedad egoísta y podrida, donde aparece lo peor del ser humano. Y, una vez más, los humanos pueden llegar a ser una amenaza peor que los zombies. La familia también está golpeada por la mano de Sang-ho, pues la relación paternofilial no parece muy ejemplar. El padre parece preocuparse solamente por el dinero y su trabajo mientras que la hija carece del modelo paterno y echa de menos a su madre. Los personajes secundarios enriquecen la trama ya que están perfectamente definidos. Un gran trabajo de guión del propio Yeon Sang-ho.


"Train to Busan" se alzó con el galardón a mejor director para Yeon Sang-ho y el premio a los mejores efectos especiales para Jung Hwang-su en la última edición del Festival de Sitges. ¿La mejor película de zombies en mucho tiempo? Puede que sí. Quizás la mejor desde "28 días después" (2002) de Danny Boyle. Curiosamente ninguna de las dos es norteamericana.


"Train to Busan" (2016). Dirección: Yeon Sang-ho.

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