martes, 31 de enero de 2017

"La próxima piel" de Isaki Lacuesta e Isa Campo.

Isa Campo e Isaki Lacuesta colaboran de nuevo tras el cortometraje "Alpha, and again" (2008) compartiendo guión (con la ayuda de Fran Araújo) y dirección. Y lo hacen en una obra honesta; una reivindicación de la necesidad de amar en un clima frío y con una trama de impostor.



Gabriel (deslumbrante Álex Monner y como siempre mostrando un gran coraje interpretativo), desaparecido y dado por muerto en la nieve, regresa a casa después de ocho años para encontrar una familia profundamente afligida por su pérdida. Poco a poco, van surgiendo dudas sobre si realmente es el muchacho desvanecido o se trata de un farsante. ¿Es Gabriel quien parece ser? El argumento de "La próxima piel" parece el de una simple película de intriga, más que visto y nada remotamente original. Pero a medida que se van desarrollando los hechos con su planteamiento, desarrollo, clímax, e incluso su giro inesperado al final, podemos ver que va mucho más allá del thriller. Efectiva, impactante y emotiva, trata sobre la conmoción que supone la reaparición del muchacho. Un sincero cóctel de drama y misterio, donde se reconstruye la historia de un joven que padece una grave amnesia. La historia laberíntica es algo increíble pero a la narración no le falta fuerza, ya que el personaje central logra que nos quedemos inmóviles en la butaca y no nos libera. Nos atrapa a combustión rápida con una sutileza desbordante.





Con una factura de altísima calidad, no hay plano que no sea exquisito. La acción transcurre  acompañada de la bella música de Gerard Gil en paisajes nevados que sirven como elemento de cohesión de los sentimientos claustrofóbicos que se van desatando en paralelo a las dificultades para hacer frente a una situación compleja. Por un lado Monner construye a un enigmático adolescente en cuya mente nos es imposible penetrar. Nunca sabemos cuál va a ser su próxima reacción. Su madre (brillantísima Emma Suárez en plenitud interpretativa) no duda en ningún momento y está dispuesta a recuperar el tiempo perdido, incluso rehaciendo su vida lejos de su lugar de residencia si hace falta (sigue viviendo donde se perdió su hijo pues en el fondo nunca ha perdido la esperanza de encontrarlo con vida). Su tío (Sergi López) se muestra áspero y rudo tras la llegada de Gabriel y todo apunta a que sus motivos van más allá de la duda de si se trata del hijo perdido o no. La química entre los actores, sobre todo Monner/Suárez es deliciosa.





Existe una repetición de esquemas de películas con una trama similar como "El intercambio" (2008) de Clint Eastwood o inluso "The guest" (2014) de Adam Wingard pero "La próxima piel" recorre un camino muy distinto a pesar de utilizar la fórmula. Sus directores logran mantener hasta el desenlace la entonación de intriga sobre la identidad de Gabriel y angustia de la historia que, sin descarrilar en ningún momento, no decae. El tono tenso muta a medida que evoluciona el personaje de Monner (que comienza con una austeridad emocional impasible), sin embargo la expectación resiste hasta el cautivador corte final. Los traumas infantiles van surgiendo a la luz renunciando a caer en el melodrama y el suspense se mezcla con tragedia introduciéndonos en terrenos de la culpa y la falta de afecto sin descompensar sus partes. Imposible no caer rendido ante ella. Quizás una de las obras más rotundas del cine español reciente.


"La próxima piel" (2016). Dirección: Isaki Lacuesta e Isa Campo.

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