viernes, 13 de enero de 2017

Miradas: "Bajo sospecha" de Robert Benton.

Robert Benton escribió y dirigió "Bajo sospecha" después del gran éxito de su película anterior, "Kramer contra Kramer" (1979), que fue premiada nada más y nada menos que con cinco Oscars. Abandonó su lado más intimista (sin dejarlo de lado del todo) para volver al suspense con el que había alcanzado resultados notables con "El gato conoce al asesino" (1977) esta vez centrado en el psicoanálisis. Con una gran influencia de Alfred Hitchcock, pero sin contar con su perspicacia y agudeza, Benton desarrolla un largometraje muy entretenido.


Un refinado psicoanalista (Roy Schneider) ha sufrido la pérdida de un paciente, asesinado por apuñalamiento. La policía sostiene, tras el análisis forense, que el criminal es una mujer y alguien a quien conocía el muerto. La principal sospechosa (Meryl Streep) es la amante de la víctima, una sofisticada y radiante rubia que trabaja para él ("tímida y sumisa" es como describe su  machista y desagradable jefe a esta chica nueva en la oficina) y que parece ocultar muchos secretos. A partir de esta premisa la cinta avanza hacia terrenos en los cuales todo apunta a que la dama es la homicida y el terapeuta intentará descubrir el enigma repasando (en unos interesantes flashbacks) las sesiones de psicoanálisis del fallecido. La hermosa dama afirma no querer a su patrón, pero se mudó al edificio de al lado y éste parece haber descubierto algo muy jugoso sobre su vida privada y su pasado, en una escena que nos remite directamente a "La ventana indiscreta" (1954). Pero no será la única referencia a Hitchcock que observaremos: la escena de la llave en la subasta contiene una estructura parecida a la introducida por el bueno de Alfred en la de la bodega de "Encadenados" (1946) y la resolución del caso, en las alturas, así como la enigmática presencia de Streep, nos hace recordar a "Vértigo" (1958).


La cinta cuenta con la excelsa fotografía del exquisito Néstor Almendros. Las actuaciones son más bien rígidas y secas. No obstante siguen la premisa de sobriedad que alberga toda la obra. Hubiésemos agradecido algo más de riesgo visual en cuanto a técnica, como suele hacer Brian De Palma cuando homenajea al maestro del suspense. Aún así, si bien no pasará a la historia de las mejores películas de suspense, es una película distraída que no aburre en ningún momento gracias al buen ritmo que Benton consigue darle.


"Bajo sospecha" (1982). Dirección: Robert Benton.

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