jueves, 16 de junio de 2016

"Todos los caminos de Dios" de Gemma Ferraté.

“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!

Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó”.

Mateo 27:3-5 

“Todos los caminos de Dios”, la historia de los tres últimos días de un arrepentido, es el primer largometraje en solitario de la directora Gemma Ferraté dentro del sello independiente Niu d’Indi. Marc García Coté ("El sexo de los ángeles"), Oriol Pla ("Animals", "Truman") y Jan Cornet ("La piel que habito") en una breve intervención protagonizan esta cinta coescrita por la directora y por el guionista Eduard Sola ("Barcelona, noche de invierno").


Cuenta la historia de los últimos tres días en la vida de un Judas Iscariote trasladado al siglo XXI, un hombre que huye de su propia culpabilidad después de traicionar a su mejor amigo.  La traición le conduce a un enorme dolor y el dolor a vagar totalmente perdido. Ahogado por su culpa, se adentra en un bosque donde se reunirá con un joven misterioso de su misma edad, aparentemente un senderista, que lo acompañará en su arrepentimiento y penitencia, lo cual le ayudará a lidiar con sus sentimientos, con la comprensión de su culpa y cómo finalmente hacer frente a ello. 

La ópera prima de la directora, nos ofrece una visión contemporánea, a ritmo de road movie, y muy realista del destino final de Judas, ambientada en la actualidad (deducido por las vestimentas de los protagonistas). El acertado formato 4:3 ayuda a magnificar la opresión del personaje. Los movimientos de cámara la acercan en ocasiones al movimiento Dogma y sirven para mostrarnos la desesperación del personaje central en un paraje naturista. Observamos como la directora aprovecha al máximo todos los elementos que la naturaleza puede ofrecerle mostrándonos grandes paisajes expresivos e imágenes muy sugestivas.


Ferraté traslada a un contexto actual una historia universal y lo hace perfectamente. Comienza de una manera magnífica con el beso de Judas (Marc Garcia Coté) a Jesús (Jan Cornet) en un contexto atemporal dentro de lo que parece ser un cielo. Judas inicia a partir de aquí un viaje con una tremenda ansiedad debida a un terrible sentimiento de culpabilidad debido a la traición. 

Los silencios y la música se unen de manera notable en el acompañamiento de Judas y su extraño nuevo amigo hacia un viaje desconocido. Su enigmático acompañante contrasta el tormento de Judas con su amabilidad y dulzura a la vez que una extraña ambigüedad. Resulta cautivadora la manera en la que Ferraté nos muestra las diferencias entre el amor, el romance y la amistad en una escena muy emocional en el río rodada con una elegancia formidable.  

A pesar de que ambos hablan de nimiedades en su camino, el espectador observa la evolución de un Judas existencial de una manera muy emotiva. Muy grande Marc García Coté interpretando a un hombre incapaz de asumir su error.


Sincera, emocionante, con una gran carga emocional, poética y simbólica que nos invita a la reflexión sobre el arrepentimiento, las dudas de nuestros actos, el dolor, la traición entre amigos y la tristeza que provoca esperar el perdón de alguien querido a quien hemos herido. Brillante y sensible, es una muestra más de que el cine español está en un momento espléndido en cuanto a calidad de las películas independientes. Se agradecen estos nuevos caminos para el cine español y que una realizadora acepte llevar a cabo esta propuesta tan valiente e innovadora, con una forma de filmar fuera de lo común y logrando una propuesta estética sensacional.


"Todos los caminos de Dios" (2014). Dirección: Gemma Ferraté.

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